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Nueva York
Jason Wu: Su carrera es relativamente corta aún pero ha sido meteórica, y siempre es de mis favoritos en NYFW por su estilo ladylike. Esta colección estuvo inspirada en el legendario fotógrafo Helmut Newton, haciendo contraste "leather & lace" con prendas estilo lencería que surgen de su reciente colaboración con La Perla (una de mis marcas afiliadas). Incluso consiguió que la veterana Carolyn Murphy - quien fuera fotografiada por Newton en 1996 - volviera a las pasarelas para abrir el show.
Proenza Schouler: Para esta temporada Jack McCollough y Lazaro Hernandez se inspiraron en Tumblr, así es... Tumblr. Juntando elementos diversos como pieles exóticas, cuero, estampados, crochet, laser-cut en colores desde el rojo intenso hasta los tonos neón. Destacando la estructura en prendas oversize. Una colección que celebra la reciente apertura de su primera flagship store en Madison Avenue.
Altuzarra: El ganador del premio Swarovski/CFDA en womenswear tenía todos los ojos encima tras su victoria. Y no decepcionó en absoluto. Se centró en lograr un tailoring perfecto en capas y chaquetas emulando la forma en que las usan los editores de moda. Haciendo también uso de sedas para enmarcar la cintura y elegantes estampados. Un gran highlight fueron las sandalias gladiadoras hasta la rodilla, resultado de una colaboración con Gianvito Rossi. No cabe duda que Joseph Altuzarra llegó para quedarse.
Alexander Wang: Siempre empujando los límites, el diseñador americano de tan sólo 28 años tomó como inspiración la película "Tron" para lograr un look futurista en su colección primavera/verano. Experimentando con volúmenes, asimetrías, gráficos en una paleta sobria en blanco, negro, gris y ecru. Sin embargo, el momento más sorprendente fue cuando las luces se apagaron y los vestidos blancos resplandecieron con efecto "glow in the dark".
Marc Jacobs: Inspirado en Edie Sedgwick, musa de Andy Warhol, el siempre controversial Marc Jacobs logró capturar la esencia de The Factory con una colección en la que destacaron las líneas paralelas en contraste, animal print, lentejuelas, cuellos de payaso y lunares, dando una vibra muy "sixties" para la próxima temporada.
Londres
Christopher Kane: El diseñador favorito de celebridades como Alexa Chung y Diane Kruger comenzó su show con looks en blanco pulcro que poco a poco fueron mezclándose con tonos pastel, estampados florales, encajes y bordados con ese aire de extrañeza que caracteriza sus creaciones. Inspirado en el Dr. Frankenstein y su monstruo - haciendo incluso un homenaje a Boris Karloff imprimiéndolo en un top - Kane unió las prendas con tornillos de plástico y cinta gaffer para hacer un contraste entre la feminidad y la monstruosidad. Brillante.
Marios Schwab: Su colección llamada Cha O Ha, del dialecto Navajo que significa "vida salvaje" fue inspirada en las abejas, con perforaciones en formas hexagonales haciendo alusión a sus colmenas. Destacaron también los flecos y plisados, así como arneses en cuero que dieron un toque tribal e hicieron lucir a las modelos como un ejército de guerreras nativas.
Matthew Williamson: Estrenando colección de zapatería y además nuevo look - ya sin su característico bigote - el celebrado diseñador británico decidió tomar inspiración de la India para su colección primavera/verano. El resultado es una explosión de color, con interesantes degradados y efecto "tie-dye", estampados de paisajes y tapetes indios, prendas ornamentadas y joyería. Para cerrar el show no podían faltar sus clásicos vestidos vaporosos, dignos de una alfombra roja.
Mulberry: Dulce y ultrafemenino como siempre. Emma Hill se encargó de provocar un sugar rush colectivo que entre otras cosas incluyó a un poodle caminando sobre la pasarela. Flores, tonos pastel y caramelo, brillos, pantalones anchos de cuero, capas con broches en forma de margaritas. La primavera de Mulberry trae la dosis perfecta de glucosa.
Burberry Prorsum: Probando de nuevo que existen mil y un maneras de reinventar el trench coat, Christopher Bailey ofreció para esta temporada una gama que fue desde el blanco inmaculado hasta los metálicos, plásticos, encajes, tonos joya, e incluso también jugando con la estructura y los volúmenes. Una colección un poco inconsistente aunque con una vibra "techno" que fue el hilo conductor.
Milán
Emilio Pucci: Probablemente mi show favorito de Milán desde que Peter Dundas tomó las riendas de la marca. Siempre elegante y opulento con cierto aire bohemio. Esta temporada nos lleva de viaje al lejano Oriente con kimonos, estampados de dragones y tigres, sedas lujosas y motivos de abanicos. Incluso las plataformas parecen estar inspiradas en aquellas que utilizan las geishas.
Bottega Veneta: Con una colección conformada mayormente por vestidos de sus 33 looks disponibles, Tomas Maier fue contundente y dejó bastante claro cual será la prenda clave para primavera/verano. Eligió siluetas reminiscentes a los años 40, mix and match de estampados floreados, flecos, clutches oversize y cinturones delgados. Una reverencia para los amantes del estilo vintage y nostálgico.
Gucci: Monocromático y fluorescente. En tonos rosa brillante, amarillo cítrico, turquesa y azul klein, Frida Giannini decidió evocar los años 70 haciendo uso de gafas gigantes, ruffles, vestidos de columna, algunos prints botánicos y pantalones anchos. Inspirada en los retratos de Richard Avedon y musas como Marisa Berenson. Todo es glamour y sofisticación en la primavera de Gucci.
Versace: El estilo sexy, intrínseco de Donatella, se va de festival para esta temporada. Adoptando un look à la Coachella, más despreocupado y orgánico. Detalles en encaje, cinturones cayendo libremente a la cadera, sandalias de gladiador y "tie-dye". En los vestidos de noche destacaron los flecos metálicos y la pedrería.
Dolce & Gabbana: Esta colección inspirada en Sicilia fue una explosión de color y materiales. Domenico y Stefano se superaron a sí mismos en términos de versatilidad sin salir de la zona de confort que les ha dado últimamente el estilo típico italiano. Desde encajes, hasta raffia, con estampados de productos de abarrotes y vasijas de la región. Sin embargo, todo paso a segundo plano cuando comenzaron a desfilar por la pasarela corsets hechos de MIMBRE... sí, mimbre para hacer canastas. Me imagino que bastante imprácticos para usarse, pero espectacularmente artesanales.
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