jueves, 13 de diciembre de 2012

Artículo: El Talentoso Mr. Tom Ford

Hace ya algunos meses que escribí este artículo, sin embargo había olvidado postearlo y me gustaría que lo leyeran.

Tom Ford es, sin lugar a dudas, uno de los diseñadores que más admiro, independientemente de su gran estilo y talento creativo. El tipo es un genio del marketing: sabe provocar, vender, empujar los límites de lo establecido, seducir, retar, sugerir... darle al público justamente lo que quiere ver.

Desde Texas para el mundo; el responsable de haber resucitado la cuasi-extinta maison Gucci en los 90's y de catapultar las ventas de Yves Saint Laurent en tiempo récord, hizo uso de las más polémicas campañas publicitarias para lograrlo. ¿Cómo olvidar aquella legendaria fotografía de Mario Testino donde la top estoniana Carmen Kass luce una letra "G" afeitada en el pubis?... ¿Shock value?... Ya lo creo.

Amado y odiado por igual, Tom Ford ha probado que no necesita obsesionarse dibujando sketches para llevar las riendas de una marca y convertirla en un éxito comercial. Este hombre le dio un nuevo sentido a la frase "sex sells", consagrándose además como fotógrafo, guest editor de revistas como Vogue Paris y ahora como director y productor de cine.

Si les interesa conocer sus orígenes y ascenso a la fama den click aquí ... ojalá lo disfruten :)























El Talentoso Mr. Tom Ford
Por Pamela Cortés

Atrás parecía haber quedado la época de los grandes diseñadores de ropa masculina. Aquellos prodigios que podían darse el lujo de ostentar una maison  con su nombre, tener en su cartera de clientes a los hombres más elegantes del mundo e incluso contar con suficiente proyección para ser elegidos como vestuaristas de las más anticipadas cintas hollywoodenses. 

Entonces llegó Tom Ford: controversial, irreverente y provocador. Quien durante su debut como sucesor de Yves Saint Laurent recibió las decepcionantes líneas: “En 13 minutos de pasarela, arruinaste 40 años de mi carrera” de parte del legendario diseñador. Probando, eventualmente, que los íconos también se equivocan.

Thomas Carlyle Ford nació el 27 de agosto de 1961, en el seno de una familia acomodada en Austin, Texas. Sus padres, ambos agentes de bienes raíces, se encargaron de que Tom desarrollara sus notorias habilidades artísticas desde pequeño. 

“Siempre fui muy visual, interesado en el diseño y ellos me animaban a hacer lo que fuera. Si quería lecciones de arte, buscaban pintura y un maestro”, ha mencionado él mismo en varias ocasiones. Encontrando inspiración en la forma de vestir de su madre y su abuela paterna, quienes fueron sus primeras musas.

La educación de Ford se vio llena de altibajos. Al terminar la preparatoria en la prestigiada Santa Fe Preparatory School, decidió estudiar la carrera de Historia del Arte en la New York University (NYU). Sin embargo, al poco tiempo de haber comenzado descubrió las tentaciones del infame Studio 54, integrándose al escenario gay del momento y conociendo figuras como Andy Warhol. 

Esto derivó en el distanciamiento de sus intereses estudiantiles, los cuales finalmente abandonó para probar suerte como modelo en Los Ángeles. Su decisión resultó tan exitosa que durante una temporada se encontraban al aire 12 comerciales televisivos estelarizados por él; sin embargo, aquella vida le duró poco, regresando eventualmente a Nueva York y enlistándose en la famosa Parsons The New School For Design para estudiar arquitectura. 

Al ser transferido al campus de París y conseguir una pasantía en la oficina de prensa de Chloé cayó en la cuenta de que lo suyo era la moda, considerando que “era el equilibrio perfecto entre arte y comercio” y dedicó su último año de carrera para incorporar asignaturas relacionadas con su nueva afición, graduándose en 1985.

A partir de ese momento dio inicio a su travesía por el complejo fashion business, primero como diseñador de ropa deportiva para Cathy Hardwick, a quien acosó durante meses para obtener una plaza en su compañía. Haciendo alarde de haber estudiado en Parsons y trabajado en Chloé, pero omitiendo que su grado era en arquitectura y su labor en la casa francesa una simple pasantía. 

Cuando Hardwick accedió a entrevistarlo le preguntó quién era su diseñador europeo favorito e inmediatamente contestó “Armani y Chanel”, meses más tarde y después de haberlo contratado, Hardwick lo cuestionó sobre su respuesta y Ford confesó “Lo dije porque ese día vestías Armani”.

Al cabo de dos años como asistente de Hardwick, logró adquirir un puesto como diseñador de jeans en Perry Ellis, donde conoció a Marc Jacobs. Sin embargo, la experiencia le dejó muy claro que debía trasladarse a Europa si quería triunfar en la moda. Y fue así como tomó las riendas de la línea femenina de Gucci, marca que a inicios de los 90’s nadie se imaginó que resurgiría. 

Muchos diseñadores habían rechazado el trabajo al considerarlo un caso perdido, pero Ford no sólo asumió el riesgo, sino que de forma meteórica logró resucitar la cuasi-extinta casa de modas y reposicionarla en el mercado internacional. Inmediatamente fue ascendido a Director de Diseño en 1992 y en 1994 fue nombrado Director Creativo; expandiendo la compañía con una línea de ropa deportiva para hombre y mujer, vestidos de noche y blancos. 

Durante su dirección, reclutó a personalidades como Carine Roitfeld (entonces editora de Vogue Paris), y al fotógrafo Mario Testino para crear campañas suficientemente atractivas y cargadas de sexualidad para el nuevo público. La estrategia se tradujo en un aumento de ventas del 90 por ciento -de 230 millones de dólares a 10 billones- consiguiendo la incorporación de Gucci a la Bolsa Internacional de Valores en Octubre de 1995.

Más tarde, Grupo Gucci adquirió la marca francesa Yves Saint Laurent, nombrando también a Ford como su Director Creativo y catapultando los ingresos de manera automática. Tales logros consagraron a Tom Ford como un verdadero Rey Midas de la moda y haciéndolo acreedor de numerosos reconocimientos, entre ellos cinco premios del Council of Fashion Designers of America (CFDA), cuatro VH1/Vogue Fashion Awards y  el título de “Diseñador del Año” de la revista GQ.

Al observar el rápido crecimiento de Gucci, Bernard Arnault, dueño de Grupo LVMH (Louis Vuitton - Möet Hennesy) aumentó sus acciones con miras a tomar control total de la compañía. Por lo que Domenico de Sole (CEO de Gucci) y el propio Ford acudieron al magnate François Pinault de Grupo Pinault-Printemps-Redouté para buscar inversión y diluir la injerencia de Arnault. 

De este acuerdo resultó una repartición del 40% de las acciones para Pinault y el 20% para Arnault como socios mayoritarios. Sin embargo, el nuevo acreedor comenzó a limitar las decisiones artísticas de Ford, provocando su renuncia en el 2004.

Con una reputación ya construida y la creatividad a flor de piel, el diseñador texano fundó su propia compañía TOM FORD, la cual inició con una línea masculina, una de óptica y perfumería. Generando gran polémica al aparecer en la portada de Vanity Fair en marzo del 2006, vistiendo únicamente su marca y rodeado por las actrices del momento -Scarlett Johansson y Keira Knightley- completamente desnudas.

A esta nueva aventura le siguió su incursión en la fotografía para las campañas publicitarias de su firma homónima, retratando a figuras como Karen Elson, Carolyn Murphy, Anna Jagodzinska, Jon Kortajarena y Nicholas Hoult. Así como fotografía editorial para distintas publicaciones de moda e incluso fungiendo como editor invitado en Vogue Paris.

Sin embargo, su mente inquieta y necesidad de expresión lo llevaron a adaptar la novela de Christopher Isherwood, “A Single Man”, a la pantalla grande como guionista, director y productor con su compañía Fade To Black Productions. 

La historia, que explora el duelo de un profesor homosexual intentando retomar su vida después de la trágica muerte de su amante, fue presentada en la edición 66 del Festival de Cine de Venecia, obteniendo una nominación al León de Oro como mejor película y el galardón “Queer Lion” a la mejor película con temática gay. Asimismo le valió a su protagonista, Colin Firth, la codiciada Copa Volpi al mejor actor y un sinnúmero de nominaciones en festivales internacionales e incluso en los Premios de la Academia (Oscar).

A sus 51 años, Tom Ford es un modisto consagrado, fotógrafo destacado y probó tener un talento excepcional como cineasta. Comparte su vida con el periodista Richard Buckley, tres fox terriers y su hijo Alexander en Italia. 

Entre sus más recientes retos se encontró la expansión de su línea TOM FORD, ahora abarcando también el mercado femenino con gran éxito y, por si fuera poco, fue comisionado por el director Sam Mendes para crear todo el guardarropa que lucirá Daniel Craig en la próxima entrega del agente 007 James Bond: “Skyfall”. Tal parece que no hay nada que el talentoso Mr. Ford no pueda hacer, demostrándole al mundo que más allá de un simple diseñador, es un auténtico visionario.

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