viernes, 2 de noviembre de 2012

Artículo: Las escalofriantes historias detrás de 6 películas malditas

Por si tienen ganas de espantarse un poquito este 2 de noviembre, les dejo el artículo que escribí para el último número de Sexenio. Acerca de 6 cintas cuyos rodajes estuvieron plagados de muertes, accidentes y fenómenos inusuales por los temas que trataban. Feliz día de muertos! Mwajajaja
Den click aquí para leerlo.




Las escalofriantes historias detrás de 6 películas malditas
Por Pamela Cortés

Bien dicen que en ocasiones la realidad supera a la ficción. Y en el mundo del cine esta frase se ha probado una y otra vez. La actriz Grace Kelly comenzó en 1955 el rodaje de The Swan, donde retrataba a una princesa; sin saber que tan sólo unos meses más tarde ostentaría dicho título nobiliario al contraer nupcias con Rainiero de Mónaco. De igual forma, el actor Arnold Scharzenegger, quien a lo largo de su carrera interpretara personajes tan diversos, finalmente logró obtener el papel más importante: el de Gobernador de California.

Sin embargo, así como existen cuentos de hadas también hay lugar para las más estremecedoras historias de horror. Proyectos cinematográficos que desde sus inicios estuvieron rodeados de tragedia y mal augurio. Provocando muertes, terribles accidentes y fenómenos inexplicables que hicieron creer al mundo por un momento en fuerzas sobrenaturales más allá de la superstición.

La cinta Poltergeist  de 1982 es sin lugar a dudas uno de los casos más conocidos. A lo largo de la trama se plantea la presencia de espectros malignos que atormentan a una familia cuya casa fue construída sobre un cementerio indio. El director Tobe Hooper sugirió a Steven Spielberg que se utilizaran restos humanos reales como props para algunas escenas,  supuestamente molestando a los espíritus y desencadenando lo que se conoce como “La Maldición Poltergeist”: cuatro de sus estrellas fallecieron antes de que se estrenara la tercera parte de la saga.

Dominique Dunne de 22 años, quien hizo el papel de la hermana mayor, fue estrangulada brutalmente por su novio el 4 de noviembre de 1982. Dos años después, el actor Julian Beck murió en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, víctima de cáncer estomacal. Al poco tiempo, Will Sampson, mejor conocido por su papel de “El Jefe” en Atrapado Sin Salida  (1975), padeció un fallo renal post-operatorio que le costó la vida. Sin embargo, el deceso más inesperado fue el de Heather O’ Rourke, la protagonista infantil, quien comenzó con lo que parecía un resfriado común y murió al cabo de unas cuantas horas debido a un shock séptico en el Hospital de Niños de San Diego en 1988.

El rodaje de la película El Cuervo  (1994) de Alex Proyas, también se vio marcado por la muerte de su estelar. Brandon Lee, hijo del legendario Bruce Lee, fue asesinado accidentalmente durante una escena en la cual debía recibir un disparo con un arma descargada. Debido a una imprudencia de los encargados de utilería, una bala se quedó alojada en el tambor del revólver, hiriendo a Lee en el abdomen y provocando su fallecimiento en un hospital de Carolina del Norte doce horas después.

Anteriormente ya se habían registrado varios incidentes desafortunados en la realización de El Cuervo. Un carpintero del departamento de arte fue electrocutado y quemado aunque no fatalmente, otro miembro del crew se atravesó un desarmador en la mano y parte del equipo de filmación misteriosamente se prendió en llamas.

Por otro lado, el director Roman Polanski comenzó con su famosa mala racha en el set de El bebé de Rosemary  (1968); cuya trama se desarrolla alrededor del personaje interpretado por Mia Farrow: una inocente mujer de Manhattan que descubre la afiliación de su marido con la secta satánica que vive en el mismo edificio, haciéndola sospechar eventualmente que el niño que espera es hijo del diablo.

Entre las desgracias ocurridas durante el rodaje se encuentran la carta que recibió Farrow donde su entonces esposo, Frank Sinatra, le pedía el divorcio dejándola destrozada. El deceso del compositor Krzysztof Komeda causado por un coágulo cerebral. Amenazas de muerte al productor William Castle, quien posteriormente sufrió una insuficiencia renal. Aunque lo más trágico, sin lugar a dudas, fue la matanza “Helter Skelter” perpetrada en la residencia de Polanski, en la que Charles Manson y su “familia” torturaron y asesinaron a seis personas incluyendo a la mujer del cineasta, la actriz Sharon Tate, que se encontraba embarazada.

Cabe aclarar que no todos los filmes malditos han sido necesariamente del género de horror. En ocasiones todo lo contrario, como sucedió con La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson: un drama épico/Bíblico que narra las últimas doce horas en la vida de Jesucristo. Aparentemente el propio Dios fue el principal crítico del casting de esta cinta, pues no tardó en manifestarse.

El actor Jim Caviezel fue golpeado por un rayo durante el sermón del Monte Sinaí. Más adelante se dislocó un hombro, sufrió hipotermia, neumonía, infecciones de piel y resultó herido en las escenas de latigazos. Logró sobrevivir ante las adversidades, pero su carrera en el cine murió… y no resucitó al tercer día.

Aproximándonos a la recta final, se encuentra La Profecía  (The Omen, 1976) de Richard Donner, una de las películas rodeadas de mayor infortunio. La cual curiosamente trata de un embajador americano que cae en la cuenta de que su hijo es el Anticristo. Razón suficiente para desatar toda clase de calamidades.

Un avión en el que viajaba el guionista David Seltzer fue golpeado por un rayo… ¿coincidencia?. Posteriormente le sucedió lo mismo al protagonista Gregory Peck y también al productor ejecutivo Mace Neufelds. De igual forma el hotel donde que se hospedaba este último fue bombardeado por el Ejército Republicano Irlandés (IRA), así como un restaurante que había agendado el equipo de producción para comer. En aquella ocasión todos resultaron ilesos.

Quien no corrió con la misma suerte fue la asistente de efectos especiales Liz Moore. Un viernes 13 de agosto de 1976 sufrió un accidente automovilístico en Holanda al lado de su jefe de departamento John Richardson. El impacto provocó que Moore saliera disparada por el parabrisas falleciendo instantáneamente. Cuando Richardson logró salir del vehículo destrozado miró hacia un lado y observó una señal de camino en la que se leía “Ommen, 66,6 Km”.

Por si fuera poco, uno de los entrenadores de tigres para la cinta también murió. El hijo de Gregory Peck se suicidó y un avión comercial que se pretendía utilizar en el rodaje se estrelló con un saldo de cero sobrevivientes.

Finalmente la campeona de las películas malditas es el clásico de horror El Exorcista  (1973) de William Friedkin. Ganadora de dos Premios de la Academia y considerada hasta la fecha como la cinta más escalofriante de la historia del cine. Sin embargo, parte del temor que provocó fue gracias a los extraños eventos que se dieron lugar durante su filmación.

Durante el primer día de llamado, le llegó la noticia al actor sueco Max Von Sydow, quien interpreta al Padre Merrin, que su hermano había muerto. A lo largo de la producción irían falleciendo nueve personas del equipo, entre estas dos actores: Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros. La actriz Linda Blair se fracturó la columna vertebral durante una escena del dormitorio, además de haber predicho la muerte de un miembro del crew con una línea de diálogo espontánea. Incluso los sets que se construyeron para simular la casa de la familia MacNeil, fueron consumidos en llamas de manera inexplicable, excepto la habitación de Regan, la niña que sufre la posesión.

A partir de su estreno, se han realizado múltiples especiales televisivos que han intentado descifrar y analizar la maldición de El Exorcista, sin llegar a ninguna conclusión clara, excepto: “ten mucho cuidado con la película que filmas”.

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